La miopía es uno de los problemas más comunes de la sociedad, y es que más de la mitad de los españoles se ven obligados a utilizar gafas o lentes de contacto para corregir sus problemas de visión, y las previsiones aseguran que, con el paso de los años, la población con miopía va a seguir aumentando.

Pese a la seriedad y a los notables efectos que puede tener en las personas, apenas un 40% de la población se somete a revisiones frecuentes y menos aún trata de modificar su rutina diaria para prevenir o ralentizar la progresión de la pérdida de visión.

Para poder actuar contra la miopía, primero hay que saber qué es lo que la genera. La predisposición genética es uno de los principales factores. Si ambos padres tienen miopía, aumenta exponencialmente la posibilidad de tener miopía en comparación con los niños cuyos padres no tienen dificultades de visión o si solo uno de ellos tiene bien la vista. Otra de las señales de las evidencias en menores, es el crecimiento precoz. Los niños que crecen más rápido de lo usual son más propensos a padecer miopía ya que la miopía se produce cuando el globo ocular es demasiado largo en relación con el poder de enfoque de la córnea y el cristalino del ojo.

Además de las revisiones periódicas pertinentes, lo que puede ayudar a frenar y prevenir la miopía es; no acercarse más de 40 cm a las hojas de papel, tanto para escribir como para leer, colocar el ordenador por debajo de los ojos, descansar la vista cada 20 minutos aproximadamente, usar luz natural siempre que sea posible, y mantener una buena postura en las sillas, con la columna vertical relajada y con los isquiones apoyados en la silla correctamente.

En Guía Azul de la sanidad se preocupan por la salud de sus clientes y sus familias. Saben de la importancia que tiene conocer los trucos para que la salud sea la mejor posible, y por eso siempre están a disposición de sus clientes.