Lo primero que hacemos cuando notamos algún síntoma o molestia, es ir al médico o tomar precauciones si sabemos cuáles son las indicadas. Pero, ¿qué hacemos si lo que está afectando a nuestra salud es tan silencioso como para no mostrar repercusiones en nuestro cuerpo?

Cuando eres joven o te notas en buena forma no te preocupas por cosas como tus niveles de colesterol. Pero la realidad es que puede afectarnos a todos y descontrolarse cuando menos te lo esperes sin darte señal alguna. Comúnmente, para cuando quieres darte cuenta ya te está pasado factura. En Guía Azul nos preocupamos por tu salud, por eso te contamos todo lo que necesitas saber para cuidar de ti y de los tuyos.

En primer lugar, ¿sabes lo que es el colesterol? Todos hemos oído alguna vez los términos “bueno” y “malo” para distinguir sus tipos, pero en realidad deberíamos referirnos al HDL y al LDL respectivamente. EL HDL lo que hace es arrastrar el colesterol desde las arterias hasta el hígado para que sea eliminado. El LDL, por el contrario, devuelve el colesterol a las arterias aumentando la presión y el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Cuando el conjunto de ambos ascienden a unos niveles por encima de los 240 mg/dl se le denomina hipercolesterolemia, la cual aumenta peligrosamente el riesgo de infarto siendo muy urgente rebajarlo. La cantidad en sangre recomendada está por debajo de los 200 mg/dl.

Por suerte, la mejor forma de prevenirlo puede ser deliciosa. Con una alimentación equilibrada e incluyendo 5 alimentos base en tu dieta, dejaras de preocuparte por el colesterol y sus consecuencias.  La Avena y los alimentos altos en fibra, el pescado y el omega 3, los frutos secos como las nueces o las almendras, el aceite de oliva y los esteroles vegetales pueden reducir el LDL y ayudar mantener buenos niveles de HDL. Con algo tan simple como un cambio en la dieta puedes evitarte muchos problemas. No te la juegues con lo que de verdad importa, cuídate con Guía Azul.