Invierno. Esa estación que tantas personas adoran pero que, tantas otras no consiguen lidiar con ella o simplemente, no soportan. El frío, la lluvia, el viento, en definitiva, la inestabilidad meteorológica provoca que nuestro cuerpo se encuentre destemplado. Además el frío aumenta la incidencia de resfriados. Pero, ¿sabemos diferenciar entre resfriado y gripe? ¿Por qué se dan más casos en invierno? ¿Qué consejos podemos seguir para prevenir y aliviar los síntomas? 

Los cambios bruscos de temperatura, el contagio dentro del entorno familiar o laboral y tener las defensas bajas son las principales causas por las que los españoles creen contraer resfriados o gripe. Estos factores más habituales durante el invierno incrementan, por tanto, las probabilidades de sufrir en esta época resfriados o gripe, patologías que de por sí ya constituyen dos de las enfermedades infecciosas más comunes en los hogares españoles.

De hecho, cerca del 75% de los encuestados afirma sufrir alguna de estas afecciones al menos una vez al año; incluso, uno de cada cinco españoles (20,6%) asegura padecerlas tres o más veces al año.

En Guia Azul de la Sanidad te damos las claves para distinguir entre ambas dolencias y 10 consejos para prevenir y aliviar sus síntomas:

  1. Descansa lo máximo posible. Dormir las horas necesarias permite que el organismo recupere fuerzas, especialmente si se presenta fiebre.
  2. Evita el frío y la humedad. Dado que estos virus prefieren las bajas temperaturas y la humedad, evita estos ambientes, así como los cambios bruscos de temperatura y las bebidas muy frías.
  3. Lávate las manos con frecuencia. Hazlo con agua y jabón durante al menos quince segundos, poniendo especial atención a la zona entre los dedos y debajo de las uñas. También conviene limpiar las superficies de la casa con productos antibacterianos.
  4. Incorpora vitaminas y minerales en tu dieta. Las frutas y verduras son fuente de vitaminas y minerales que ayudan a desarrollar defensas. Potenciarlas en tu alimentación te ayudará a recuperarte más rápido.
  5. Bebe muchos líquidos. Estos ayudan a eliminar la mucosidad, previenen la deshidratación y alivian el dolor de garganta: agua, zumos y sopas no demasiado calientes. Por el contrario, deben evitarse las bebidas alcohólicas.
  6. Deja de fumar y evitar los ambientes con humo. El tabaco irrita todavía más la garganta y las mucosas, al igual que respirar el humo de otros fumadores.
  7. Haz gárgaras con agua caliente con limón y miel. Su acción emulgente calma el dolor de garganta. A pesar de la creencia popular, es preferible emplear agua frente a la leche con miel, ya que los lácteos pueden aumentar la mucosidad.
  8. Recurre a soluciones salinas o vahos de eucalipto para aliviar la congestión. En el caso de niños pequeños, se recomienda el lavado nasal con suero fisiológico quince minutos antes de las comidas y antes de ir a dormir, para que puedan descansar correctamente.
  9. Consulta al profesional sanitario y evita la automedicación. Es indispensable contar con el asesoramiento del farmacéutico o del médico a la hora de recurrir a antigripales, descongestivos o analgésicos que alivien los síntomas de estas afecciones.
  10. Sé responsable con los antibióticos. Además de que no son efectivos contra el catarro y la gripe, ya que estos están causados por virus y no por bacterias, el hecho de utilizarlos de manera incorrecta o frecuente puede provocar que tu organismo se haga resistente a ellos.

En Guía Azul cuidamos de ti para que disfrutes del invierno haciendo lo que más te gusta.