El grado de protección que tiene una crema solar es importante, qué duda cabe. Y éste suele ser un factor que casi todo el mundo (temerarios al margen) suele tener en cuenta. Sin embargo, hay otras muchas preguntas en este ámbito que también es necesario tener en cuenta.

Por ejemplo,

  • ¿Sabemos cada cuánto hay que volver a echarse crema protectora cuando se está expuesto al sol?
  • ¿Cómo medimos la cantidad adecuada y que realmente nos proteje?
  • ¿Cuándo es el momento justo de echársela?
  • ¿Caduca la crema solar? Y, si está caducada. ¿qué riesgo corremos al aplicárnosla?

No se trata de ser catastrofistas pero, como todo el mundo sabe, estamos jugando ni más ni menos que la salud de nuestra piel y, por tanto, de nosotros mismos.

Siendo así, no estaría mal saber que lo que está común y científicamente aceptado es que ha de aplicarse la crema protectora por todo el cuerpo y entre 20 y 30 minutos antes de que vayamos a tomar el sol y volver a llevar a cabo la aplicación justo al exponernos al mismo.

Y entonces, ¿casa cuánto hemos de volver a echarnos crema? Pues al menos cada dos horas ha de volver a realizarse la operación, siempre y cuando no se haya sudado o recibido un baño. En ese caso, a pesar de que la crema especifique ser resistente al agua, es conveniente volverla a aplicar. Y si se trata de una crema ligera o spray, antes de dos horas es lo recomendable.

¿Y qué hacemos con la cantidad? Pues ello lógicamente depende de muchos factores pero, como consideración general, convendría no emplear menos de 35 gramos para la totalidad del cuerpo.

En cuanto a la caducidad, también es variable pero, en general, no conviene arriesgar con cremas cuyo olor o aroma haya variado o que haya experimentado cambios en el color o en la textura, especialmente si ha perdido consistencia.

A todo esto, es importante añadir consideraciones generales y habitualmente sabidas, como la de no tomar el sol en las horas centrales del día, tener muy en cuenta el factor de protección en cuanto a nuestro tipo de piel y tratar de utilizar cremas que protegen contra los rayos ultravioleta.

En general, cualquier sanitario y, por supuesto, el farmacéutico, ofrecerá una buena información al respecto, a la hora de cuidar uno de los órganos más delicados y expuestos de nuestro organismo: la piel.